23.4.05

¿Y qué pasó con la novia? III

Viene de Dr. Plim (parte I) y Fuente Abejuna (parte II), y sigue con Chukustako (parte IV)

- ¿Y qué pasó con la novia?

La pregunta recorrió todo su cuerpo antes de hacersele evidente. Las mujeres piensan de forma diferente a los hombres, eso es un hecho, nadie lo pone en duda. Si ella le estaba preguntando aquello en aquel momento era única y exclusivamente porque por fin se había dado cuenta de lo maravilloso que él era, eso pensaría cualquiera. En una ocasión un buen amigo le había dicho que, por alguna extraña razón, las mujeres tienen tendencia a sentirse atraídas por los hombres con pareja, como si el hecho de tener pareja lo convirtiera a uno en un ser superior, diferente al resto. Su amigo acostumbraba a decir que las mujeres están en su mayoría desengañadas en cuanto al género masculino, todos son iguales, tienden a decir, y acaban pagando justos por pecadores. Todos son iguales según ellas, excepto aquellos que muestran una sensibilidad fuera de lo normal. Tener pareja, y ser feliz por ello, es una prueba de esa sensibilidad, lo convierte a uno en algo diferente a un abejorro cuyo único próposito es volar de flor en flor y pregonar después. ¿Quién narices le había dicho a ella que yo tenía novia?, pensó. La cafetería estaba prácticamente vacía. Le había sorprendido que ella hubiera accedido a tomar un café con él, hacía tiempo que no se dedicaban más que comprometidos saludos. Desde que sucedió aquello... Él había estado enamorado de ella, pero ya no lo estaba. ¿Ya no lo estaba? Él ahora era feliz junto a Julie, con la que siempre hablaba en francés, ¡oh, Julie, je t'aime! ¿Por qué ahora? se decía. ¿Pero qué estás haciéndote creer? Es sólo una pregunta, sólo te ha hecho una pregunta, deja de imaginar. No sigas por ese camino, te conoces. Admítelo, sigue ahí, nunca se marchó. ¿Y si? ¡La odio! ¿Es esto lo que aguardaba?. Era incapaz de decidir si todavía la quería, o lo que quería era que ella algún día se rindiera a sus pies y así sanar su dañado orgullo masculino.

- ¿Novia?

Tras su brillante respuesta siguieron hablando. Todo cuanto sucedía alimentaba su teoría. Hablaron del pasado, hablaron de lo que sucedió, hablaron de lo que hubiera sucedido. En su interior se estaba gestando una sonrisa macabra. Pagó y fueron a su casa. Él conservaba unos libros que ella le había prestado en una ocasión y decidieron que, por lo que pudiera pasar, era mejor que se los devolviera entonces.

...

- Putain! Putain!

- Julie, qu'est-ce que j'ai fait! Je t'aime! qu'est-ce que j'ai fait!

- Et la copine?

Colgó bruscamente el teléfono y cayó al suelo abatido y rompió a llorar. A su lado yacía el cuerpo sin vida de una joven. Sus manos estaban llenas de sangre y desde su posición alcanzó a ver un enorme cuchillo de cocina, también manchado, junto al pie izquierdo de la que en el pasado había sido la fuente de sus deseos y ahora emanaba sangre por los cuatro costados. Comenzó a golpear su cabeza contra la pared en la que apoyaba su espalda, cada vez más fuerte. Toc, toc, toc, toc, toc, toc, toc, toc, toc, toc, ...

No recordaba nada desde el momento en el que ella se había agachado y le había comenzado a comer la polla...

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