El retrato

dibujo por aNnA Prats

Un calendario en una de las paredes. Enero. Lauren Bacall en blanco y negro.

De pie. De epaldas al calendario. Frente al retrato de una joven desconocida. Solo. La tímida luz de las velas proyectaba su figura en cada una de las paredes de la habitación. Sus ojos se encontraron en una danza de sombras y contornos. Los suyos castaños, tristes. Víctimas inocentes de saberse perdido, sin rumbo. Los de ella, un simple esbozo, mágicos, pasión, lo miraban como miran los niños.

"¿Has perdido la capacidad de asombrarte?" En silencio.

Apretó los ojos con fuerza y tensó sus músculos para inmediatmente después destensarlos. Sus pies se elevaron del suelo ante su asombro y se dejó caer de espaldas en un infinito colchón invisible. Flotó un instante. De repente, se proyectó con violencia hacia el techo y estalló en mil pedazos. Todos iguales. Infinitesimales réplicas de sí mismo que bailaron al son del suave silencio de la habitación.

"Quédate..." dijo ella, sin mover los labios, dulces.

Descansaban plácidamente abrazados sobre el incómodo sofá de su apartamento.

Pensó en quedarse,
pensó en dar,
pensó en recibir,
pensó en deliciosos besos de buenos días,
pensó en cocina para dos,
pensó en trabajo en equipo,
pensó en dos de cada,
pensó en la tapa del wáter,
pensó en el armario,
pensó en discutir,
pensó en construir,
pensó en dual,
pensó en estereo,
pensó...

Un sentimiento de vergüenza lo azotó. Con ahínco borró sus pensamientos con una goma de borrar acorazonada que ella le había regalado un año antes. Una goma de borrar, rojo pasión, que crecía y crecía y crecía...

Quiso decir "me quedo", pero...

"Eres genial."

"No. Tú eres genial," sus ojos, su brillo.

"¿Por qué cuesta tanto apreciar en uno mismo lo que apreciamos en el prójimo?" Pensó él, dentro, muy dentro.

La besó en la mejilla. Do sostenido, entusiasmo. Ella le devolvió el beso en el cuello. Mi bemol, ternura. Se miraron, se sonrieron, se quisieron.

"¿Qué es el amor?" Pensó mientras se levantaba del sofá.

Caminó con dificultad hacia la cocina. Sudor. De repente, se detuvo. Quiso avanzar pero se sintió incapaz de separar su pie izquierdo del suelo. Fuerza. Su pierna cedió y se rompió a la altura de la rodilla. Cristal. Cuando su rodilla izquierda alcanzó el suelo su pierna derecha crujió. Se desequilibró. Pudo verla una vez más, inmóvil, perpleja, antes de precipitarse hacia delante y hacerse añicas. Estruendo agudo.

...

"Hola," dijo.

"Hola."

"¿Quién eres tú?"

"¿Quién quieres que sea?"

Oscuridad. Se encontraba en el interior de una tenebrosa cavidad esférica de paredes húmedas, pulposas. A traves de una pequeña obertura cristalina fue capaz de distinguir una forma. Se esforzó. Un calendario. Enero. Lauren Bacall en blanco y negro...