27.1.07

El premio


Por fin he llegado.

¿Y ahora qué?

Durante un instante, satisfacción, complacencia, orgasmo... sentimientos efímeros.

No tarda en solidificarse de nuevo, hondo, muy hondo. Nunca me abandonó su veneno. Duele su presencia. La niebla me arruga el corazón.

Sólo entonces soy capaz de recordar vagamente, no sin esfuerzo, el paisaje, los caminos, las gentes... Se fueron tal y como llegaron. No hay vuelta atrás. Oportunidades perdidas, ¿a cambio de qué?

Deseo con todas mis fuerzas regresar al lienzo de la ladera de la montaña en la que me tumbé a descansar. Deseo quedarme allí, contigo, divertirme, parasiempre.

2 comments:

Anonymous said...

Conozco esa sensación, la de todo y nada. La de sentirnos efimeros y brillantes.

Anonymous said...

Dos caminos no tienen por qué recorrer trayectos diferentes.

微笑