Esencias y Percepciones
La conversación fluía rica en todas direcciones. Gente dejaba sus asientos a su alrededor en busca de comida y regresaba a sus mesas con platos a rebosar de alimentos.
- Ayer visité la escuela de masaje, creo que es el momento de tomar una decisión al respecto... - sin acabar la frase B partió con sus firmes manos un rollito de primavera e introdujo la mitad en su boca, lo saboreó antes de continuar.
Una camarera se acercó a la mesa con la cuenta, J gentilmente aceptó hacerse cargo de ella.
- Estoy pensando en la posibilidad de estudiar filosofía aquí, aunque probablemente sea mucho más complicado que hacerlo a distancia -. J esperó la aprobación en las miradas de sus contertulios.
Mientras ésta se producía y R comenzaba a hablarles de dos amigos suyos que habían estudiado filosofía, un joven afroamericano pasó junto a ellos hablando en voz alta a través de un auricular que lucía en su oreja izquierda. El joven se dirigió a la zona del restaurante donde se encontraba el buffet.
B regresó con un plato lleno de dulces.
- Tengo ganas de retirarme por completo durante una temporada, de dedicar mi tiempo enteramente a mí de una manera sana -. J y B escucharon atentamente a R mientras explicaba entusiasmado la posibilidad de perderse durante una temporada en el sur de Francia.
En aquel preciso instante el restaurante comenzó a servir cenas. Mientras seguían hablando, más gente fue llegando y acomodándose en el comedor, todos ellos ajenos a lo que allí sucedía. Ajenos a que R, B y J se mostraban tal y como eran y se percibían esencialmente. A su alrededor el mundo seguía percibiendo simplemente la imagen que de ellos se hacía.
- ¿Me dejas conducir? - Insistió J con tono burlesco.
- Ya estás otra vez... - se quejó R mirando a B.
- A mí no me digas nada, bastante tengo con aguantarlo todos los días en la oficina...
El motor se puso en marcha y la esencia se perdería de nuevo hasta que se volvieran a percibir...
Verse, se veían casi todos los días.
- Ayer visité la escuela de masaje, creo que es el momento de tomar una decisión al respecto... - sin acabar la frase B partió con sus firmes manos un rollito de primavera e introdujo la mitad en su boca, lo saboreó antes de continuar.
Una camarera se acercó a la mesa con la cuenta, J gentilmente aceptó hacerse cargo de ella.
- Estoy pensando en la posibilidad de estudiar filosofía aquí, aunque probablemente sea mucho más complicado que hacerlo a distancia -. J esperó la aprobación en las miradas de sus contertulios.
Mientras ésta se producía y R comenzaba a hablarles de dos amigos suyos que habían estudiado filosofía, un joven afroamericano pasó junto a ellos hablando en voz alta a través de un auricular que lucía en su oreja izquierda. El joven se dirigió a la zona del restaurante donde se encontraba el buffet.
B regresó con un plato lleno de dulces.
- Tengo ganas de retirarme por completo durante una temporada, de dedicar mi tiempo enteramente a mí de una manera sana -. J y B escucharon atentamente a R mientras explicaba entusiasmado la posibilidad de perderse durante una temporada en el sur de Francia.
En aquel preciso instante el restaurante comenzó a servir cenas. Mientras seguían hablando, más gente fue llegando y acomodándose en el comedor, todos ellos ajenos a lo que allí sucedía. Ajenos a que R, B y J se mostraban tal y como eran y se percibían esencialmente. A su alrededor el mundo seguía percibiendo simplemente la imagen que de ellos se hacía.
- ¿Me dejas conducir? - Insistió J con tono burlesco.
- Ya estás otra vez... - se quejó R mirando a B.
- A mí no me digas nada, bastante tengo con aguantarlo todos los días en la oficina...
El motor se puso en marcha y la esencia se perdería de nuevo hasta que se volvieran a percibir...
Verse, se veían casi todos los días.
1 comment:
Nice!
Well captured... pity it was a little short.
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