Feliz Año Nuevo
Apenas se veían el uno al otro. La oscuridad dibujaba sombras a su alrededor. La hierba estaba húmeda. Se quitó los zapatos y se dejó seducir por su frescor. La invitó a hacer lo mismo. Se tumbaron bajo un cielo nublado a la orilla de un lago inerte. Las luces de una ciudad ignorante, teñían de fuego opaco un cielo estático.
Se dejaron llevar por la brisa vespertina a una realidad de tímidas caricias inocentes. Sin querer se encontraron. Sin querer se besaron. Sin querer se fundieron.
Se aferró a ella como el dependiente a una droga. A ella, a en lo que él la había convertido. Buscó alivio a los espejismos de su desconsuelo. Lo encontró en un oasis de pasado desdeñado. En un presente efímero. De repente se imaginó a sí mismo, tumbado sobre la hierba, a la orilla de un lago, abrazándola. De repente la imagen de un caimán.
Cuando quiso darse cuenta la sigilosa criatura se abalanzó sobre ellos. Tuvo tiempo a escupirla de su regazo antes de. Su pierna corrió peor suerte.
"Feliz año nuevo," pensó, mientras una irónica sonrisa se tornaba mueca de dolor insoportable.
1 comment:
Hardly they saw one another. They needed time to settle into each other’s company. Hands wanted to touch. Clumsy fingers fumbled with stones where they sat. Finally, they were both warm enough to form true words. They shared weaknesses. They shared doubts. The cold from the grass was a catalyst for the unexpected embrace. She selfishly participated and gazed at the fiery orange lake, wondering what her purpose was, wondering what her role was in the bond. Could she put the fire out? Was she put in front of the fire to abate the flames? A cold breeze blew the fire faster across the once calm lake, wreaking havoc amongst the few remaining leaves that were just barely gripping the limbs with all they could. But just as quickly as the breeze came, it was gone. She smiled and closed her eyes with a sigh of relief. There, faithfully, stood the beautiful lake, graceful and serene once again. “Be Happy, it’s a New Year,” she thought, while the smile became the face of unbearable pain.
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