16.1.06

Mañana

Julián, introvertido, no se encontraba bien anímicamente. Se había dado cuenta ya de que no era algo pasajero. Su corazón pedía auxilio a gritos. Antonio, extrovertido, era su mejor amigo. También necesitaba ayuda, pero él, no lo sabía.

"(...) Sólo un par de horas... ¿No? Bueno, sí, supongo que puedo esperar a mañana, pero... Ya, ya, ya sé que andas muy ocupado últimamente y que no tienes tiempo pero... Hace tiempo que no nos vemos... Me apetece verte, contarte, compartir... ¿Una cena? ¿Mañana...? ¿Qué mañana me llamas para confirmármelo? No, no me enfado... Es igual... Hasta mañana, pues... ¡Un abrazo!"

Julián, veinticinco, y Antonio, veintiséis, habían sido amigos desde la infancia.

Aquella noche Antonio mató su tiempo entre las piernas de alguien a quién nunca antes había visto y no volvería a ver jamás.

Aquella noche Julián, mientras regresaba de la filmoteca, solo, fue atropellado mortalmente por un conductor ebrio. Al conductor, su novia lo había abandonado ese mismo día para irse con alguien que a la mañana siguiente habría olvidado su nombre.

Su corazón dejó de pedir auxilio, Julián había visto The Outsiders.

1 comment:

Anonymous said...

La vida hay que beberla amarga, no podemos pedir que nos cambien el vaso.