diariofrenia - 1no de sie7e

Me levanto en una cama que no es la mía pero que me resulta familiar. Mucho. El reloj me hiere. El sol brilla. Es domingo. Mi aliento revela lo inoportuno de la cena de la noche anterior. Lasaña mientras digería Life of Brian. Pienso en Brian. Me imagino crucificado. Sonriente. Cantando. PE hace rato que está despierta. Me invita a desayunar pero gentilmente declino su invitación. Hace tres días que no hago nada de provecho y el tiempo apremia. Intento engañarme nuevamente. No son tres días. Tres semanas, tal vez. Me despido con un protocolario beso de un hogar que avanza la llegada de la Navidad con un mes de antelación. Un árbol. Hojas secas. Leña.

Mientras pedaleo me engaño. Organizo lo que queda del día. Llego a casa antes del mediodía. Escribo. Recaliento un quiche que PE cocinó hace ya una semana en mi horno microondas y me siento frente a Shoot 'em up. Me entretengo. Si fuera como Smith todos mis problemas no lo serían tanto. Quizás ese sea mi único problema. Quizás sea simplemente un pussy with a gun.

Hablo con DRA a través de Adium. También con CA, y recuerdo el beso que nunca le di. Invento excusas en mi cabeza para no sentarme a trabajar. Si tengo suerte PU me rescatará. Si no, seguiré inventando.

Pienso en PAN. Pienso, luego existo. Pero suicido mis pensamientos. Nunca debí haberle mandado ese mensaje. Soy tan previsible. Al fin y al cabo, fui yo quien la dejó. No es amor. Es culpa.

PU finalmente llama, pero había quedado con una amiga, lo que me invita a evadirme. LE aparece en Adium y hablo un rato con ella. Está enamorada. Me alegro. No puedo evitar recordar cuando la diana era yo. No puedo evitar sonreir para combatir una mueca de sincera nostagia.

En mi nevera sólo hay calabacín. Calabacín y un pimiento podrido. ¿Tanto hace que no cocino? Mañana debería hacerlo para el cumpleaños de GA. Aunque siempre puedo recurrir a una botella de vino español. Necesito leche. Necesito Nesquik. Hace tiempo que ha oscurecido pero es obvio lo que debo hacer.

Por supuesto, tardo tanto en tomar una decisión tan sencilla como la de ir al supermercado, que cuando llego está cerrado. Se me ha hecho tarde. ¿Haciendo qué? Por lo menos mi página web estrena vestuario. ¿Para qué? Eso ya no es tan fácil de contestar. Fuego. A pesar de lo inexplicable de su naturaleza, controlarlo me cuesta más de lo normal. Ese soy yo, un bombero incapaz de apagar una cerilla.

Ceno, Enchanted y a dormir. A veces los sueños son de dibujos animados. A veces no...