28.11.07

diariofrenia - cu4tro de sie7e

Nado por la mañana. Me meto en el agua de noche. Salgo de ella de día. Amanecer húmedo. Es curioso que cuando nado, como cuando medito, debería decir meditaba, soy capaz de evadirme de la realidad que me rodea, por dentro y por fuera. Dejo de bailar al compás que marcan mis pensamientos. Entonces, sólo entonces, tan pronto como llegan, se van. Nubes. Libertad. ¿Acaso no son nuestros sentimientos pensamientos también?

Tengo una reunión de trabajo por la mañana. Con FRI, una colaboradora, debería decir dos hasta dentro de un mes, cuya piel barniza el sol de Madrid. Skype ha revolucionado la manera de hacer negocios, y ciencia. La reunión es positiva. Siempre positivo. Nunca negativo. ¿O era al revés?

La tentación vive arriba. Existen tres tipos de personas, los ciegos, los tuertos y los ninguno de los anteriores. A mí siempre me ha gustado convivir con ella, lo que me convierte en tuerto.

Vuelvo a hablar con mi viejo amigo. Es curioso lo diferentes que somos. Lo diferente que la vida nos ha tratado en los últimos diez años. Yo aquí, el allá. Yo así, él asá. Ambos bien. Probablemente los dos con nuestros altos y bajos, pero lo bueno de reencontrarse después de tanto tiempo es que todo se relativiza. Es un buen ejercicio. Normalmente no nos vemos obligados a resumirnos y nos dejamos llevar por la mayor densidad de lo negativo. ¿Por qué será que, en general, lo positivo es menos denso?

En la oficina tenemos un problema. Somos seis, más cuatro repartidos de dos en dos en dos habitaciones interiores. Esto son tres puertas, una da al pasillo, las otras dos a las oficinas interiores. El problema es la puerta que da al pasillo. A unos les gusta abierta de par en par. A otros cerrada. Yo, ciertamente, la prefiero cerrada. Además, no es extraño encontrarse la puerta abierta por la mañana. A veces de par en par, a veces cerrada, pero sin llave. Son varios los robos que se han registrado ya en el edificio. En fin, unos abren la puerta, otros la cierran, pero nadie habla con nadie. ¿A qué me suena esto?

A veces me pongo a prueba. Inconscientemente, entiéndase, pero es la única explicación que le encuentro. Planto una semilla. Creo un cisma al que luego hago frente con gusto y, hasta ahora, siempre con éxito. ¿Por qué hago esto? Es culpa de mi peor enemigo, ese del que quiero deshacerme definitivamente. Tiene amigos, quizás tú los conozcas.

Un teórico está de visita en el departamento. Voy a su charla para no enterarme absolutamente de nada.

Las dudas de LE fueron las mías. La entiendo y le gusta que la entienda. Me gusta hablar con ella ahora que hablamos el mismo idioma.

Cruzo un protocolario y frío saludo con alguien que fue yo. En ocasiones, sin embargo, veo la luz al final del túnel.

A veces no sé porque sigo escribiendo. Cierro los ojos y CU me baja los pantalones para deshacer un empate. Cuando los abro sólo queda el eco de su risa y vacío.

No comments: